Lisboa Minha Cidade

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Mirador de Santa Luzia

segunda-feira, junho 19, 2017

¡Alabado sea el Señor!

Si alguien es capaz de unir sexo y religión magistralmente, ese es Milo Manara.  
Si alguien es capaz de unir sexo y religión magistralmente, ese es Milo Manara.
De lo mejor que me ha pasado en la vida fue el día que un vecino se presentó para comunicarme que él y toda su familia me retiraban el saludo "por sus profundas convicciones religiosas". Al parecer, me había escuchado en el descansillo criticar su antipatía y no estaba dispuesto a aguantarme ni una más. Estaba harto de mis conversaciones "cargadas de expresiones soeces", de mis salidas nocturnas sin hombre que me acompañara "regresando a altas horas de la madrugada", escandalizado de mis amistades "incluido un marica" y por supuesto indignado por los gemidos salvajes que había escuchado P-E-R-F-E-C-T-A-M-E-N-T-E una noche cualquiera.

En busca del sexo perfecto

Sexo perfecto

 Con el dinero y el éxito que Anthony Bourdain consiguió con Confesiones de un chef, se permitió un lujazo aún mayor que contar las miserias de los mejores restaurantes de Nueva York, mafia incluida. Durante un año, el chef viajó por todo el planeta En busca de la comida perfecta, a la caza y captura de esos sabores desconocidos que, como sabiamente ilustra y defiende, solo pueden encontrarse en la calle. Desde entonces no ha parado. Este neoyorkino de origen francés decidió dedicarse a los fogones el día que probó una ostra. Viscosa, fresca y salada. A partir de ahí no pudo dejar de catar lo que le pusieran por delante. No tengo constancia de que haya comido carne humana, pero si alguien puede dar un mordisco a cualquiera, es él.

Venecia, el color renacentista de la ciudad más bella

Palma el Viejo (Jacopo Negretti). 'Dos ninfas en un paisaje' (Júpiter disfrazado de Diana seduciendo a Calisto).
Palma el Viejo (Jacopo Negretti). 'Dos ninfas en un paisaje' (Júpiter disfrazado de Diana seduciendo a Calisto).
En la frontera del 1500, Venecia estaba al borde del aislamiento político y económico. La caída de Constantinopla a manos de los turcos y el cambio de las rutas europeas de comercio después del descubrimiento de América en 1492, entre otros factores, habían trastocado el poderoso papel que ostentaba la ciudad. Pero como tantas veces en la historia, los malos tiempos políticos fueron un estímulo para la creación artística. Los venecianos buscaron lo que ahora se llamaría una marca propia y decidieron convencer a todos de que su ciudad era la más bella del mundo y su calle principal (el Gran Canal) la más deslumbrante. Los pintores y arquitectos, apoyados por los mecenas, recurrieron como nunca antes a poner luz, color y sensualidad sobre modelos bellísimos, hombres y mujeres, inspirados en la cultura clásica.

FOTOS MINHAS


photo: rogério barroso. Cascata.

sexta-feira, junho 02, 2017