
Pájaros, paisajes y objetos encontrados al azar; atmósferas enigmáticas y misteriosas. La fotografía de Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942), que "al acentuar la huella humana, todavía perceptible, acentúa el sentimiento de ausencia", llega a Madrid. Más precisamente, a la sala Azca de la Fundación Mapfre , en cuyos paneles permanecerá disponible a la curiosidad del público hasta el 6 de septiembre.
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