La sala XII del
Prado (o Sala de «Las Meninas») recibe, tras
dos años de ausencia, a dos ilustres huéspedes:
Felipe III y Margarita de Austria, retratados por Velázquez. Durante este tiempo los cuadros han sido limpiados y restaurados. Lo más destacado de este
complejo trabajo, llevado a cabo por Rocío Dávila, es que los retratos ecuestres velazqueños
han recuperado su tamaño original y, con ello, se entiende ahora el verdadero significado con el que los pintó Velázquez. Ambas obras
formaban parte de un grupo de cinco retratos ecuestres (también estaban los de Felipe IV, Isabel de Borbón y el príncipe Baltasar Carlos), realizados por el maestro para el Palacio del Buen Retiro. Tras el incendio del Alcázar y la construcción del Palacio Real de Madrid, los cinco retratos fueron trasladados al comedor de Carlos III en la nueva residencia del Monarca.
Sem comentários:
Enviar um comentário