El retrato que Antony Hegarty nos brinda de sí mismo, una fotografía retocada sobre la que ha proyectado la imagen de su bisabuela, fallecida de tuberculosis, resulta tan sobrecogedor como la voz que arropa sus canciones. Hombre y mujer confluyen en una sola identidad transgénica que este músico, uno de los más singulares de los últimos tiempos, ha venido explorando en los temas de su banda neoyorquina Antony and the Johnsons.
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