
"Para mí esta es la mejor exposición que he hecho en mi vida y por eso
he decidido que mi historia con el flamenco se va a acabar aquí porque
es el colofón perfecto". Así de claro lo tiene Isabel Steva (Barcelona,
1940) tras inaugurar hoy jueves en la Alhambra Colita. Flamenco. El viaje sin fin,
una muestra que reúne 79 fotografías en blanco y negro realizadas entre
1962 y 2000. La más completa que ha realizado la artista sobre un
género al que ha vuelto intermitentemente a su carrera. Una historia que
comenzó en 1962 cuando la joven fotógrafa y periodista comenzó a
retratar a los gitanos de los arrabales de Barcelona, en los barrios de
Somorrostro y Montjuic; aunque el verdadero flechazo se produjo un año
más tarde durante el rodaje de Los Tarantos, de Francesc Rovira i Beleta.
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